Elena es una
mujer extraordinaria, llevamos 4 años juntos y está por iniciar su maestría en
terapia de parejas; estudió en una de las mejores universidades de Chile y
actualmente ejerce como psicóloga social en un ‘voluntariado’. Recuerdo cuando
empezamos a salir, al principio pensaba que no le interesaba ya que me decían
que no podía salir por sus estudios, con la excusa de que tenía parcial de industrial o que estaba en
una práctica en la cárcel de mujeres. Después de casi un año saliendo, y un
millón de indirectas para pedirle ser mi novia, aceptó. Se preguntarán por qué
indirectas y no ir de una vez al grano; en el preciso momento en el que tenía
la intención de decirle “me gustas mucho, te quiero, me encantas, quiero estar
contigo por un largo tiempo, ¿quieres ser mi novia?”, justo antes de decirlo y
simplemente pensarlo, ella me miraba, fijamente, como… como…. ¡¡Como si me
leyera los pensamientos!! Y bueno… yo lo supe desde la primera vez… ¡¡me estaba
psicoanalizando!! La verdad es que yo sólo estudiaba ingeniería y lo mío nunca
fue leer; ella me fascinaba pero cuando me decía que leyera tal artículo
relacionado con psicología yo decía claro amor, lo leeré!! Pero como se
imaginan no leía nada de eso; me gustaba ella y su interés por su carrera, pero
a veces esa mujer me asustaba.
Ya siendo
novios, un día haciéndome el que ¡jamás pensaría eso de ella! Le pregunté
“amor, ¿es cierto eso de que los psicólogos psicoanalizan a las personas?” ella
me miró, se rió y me dijo ¿crees que te estoy psicoanalizando? Con esa mirada
que me hacía antes de pedirle ser mi novia. Cuando ella me hizo la pregunta,
empecé a balbucear, ella sabía que lo sabía o que lo había sospechado. Seguía
riéndose y me dijo “sabía que algún día me lo preguntarías, me extraña que sea
algo tarde la pregunta”. Entonces, aquí fue cuando me percaté y dije “No,
hombre, esta gente no sólo te psicoanaliza, sino que ve el futuro de tus
pensamientos; creo que ya estoy entendiendo esto del psicoanálisis: es como
leer la mente de las personas, jumm creo que se está volviendo algo
interesante; sólo que asusta, yo creía que las únicas personas que hacían esto
eran los brujos o adivinos; en fin, es lo que le gusta a Elena: el
psicoanálisis y el psicoanalizar”.
Un día me puse a
leer un poco de “el psicoanálisis” y leí algo de un tal Freud; “carajo, este
hombre no sólo psicoanalizó, también hipnotizó al igual que un tal Charcot;
entonces, esta gente también hace magia, como en las películas cuando los magos
te enseñan un reloj y te duermen y te ordenan hacer cosas”. ¿Será que Elena me
hipnotizará y hará que limpie la casa todos los días? ¿Será que Elena me hipnotizará y cuando
despierte me habrá convencido de que le compre todas las tiendas de Multiplaza?
¡¡Carajo!! ¿En qué me he metido?
Cuatro años de
novios y casi 5 juntos, decidí que llegó el momento de proponerle matrimonio;
nos amamos, nos va bien juntos y en fin no importa que lea mi mente o que haga
que le compre todo Multiplaza, yo la voy a amar y querer tal como es. Fue un
momento muy difícil estaba más nervioso que nunca, yo sabía que ella sabía lo
que le iba a decir, es obvio, me estaba psicoanalizando; en fin le pedí ser mi
esposa, ella aceptó y estaba más contenta que nunca. Decidí decirle entonces,
que ya sabía la verdad de su carrera, de su mayor pasión obvio después de mí
(espero que después de mi). La miré fijamente y le dije “Elena, quiero que
sepas que te amo más que nada en el mundo, y que yo sé que por tu profesión hay
veces que me estás psicoanalizando y que puedes llegar a hipnotizarme, pero no
importa, sé que lo haces porque eres la mejor psicoanalista del mundo y me
alegra que lo seas”. Después de decir estas palabras, Elena se empezó a reír
como nunca, ella siempre tenía una actitud seria, pero esta vez cuando le
estaba diciendo algo serio, ella se estaba riendo de mí… Ella me dijo con una
gran sonrisa “amor, no soy psicoanalista, soy conductista”. En mi mente
empezaron a pasar diferentes ideas ¿Conductista? ¿Qué es eso? después de pasar
el día con ella decidí buscar información en Wikipedia, el mejor diccionario
del mundo!! Entonces, empecé a leer algo de unos perros y unas ratas y
aprendizajes; respiré hondo, conté hasta diez y… y… ¡¡¡pasé de una lectora de
mentes a una adiestradora de perros!!!! ¿En qué me he metido Señor?